Procrastinar es un problema en supply chain cuando se trata de articular e integrar acciones para completar en tiempo y forma la propuesta de valor que el cliente espera. En logística, la procrastinación puede acarrear que un sinfín de pasos queden para después y que se verán reflejados con una evaluación negativa en el momento de medir la performance. No es habitual utilizar «indicadores de procrastinación» en los tableros de control, pero ciertamente tienen un efecto negativo real. En Project Management también tienen su efecto porque retrasan la realización de tareas y consecuentemente pueden impactar en el cumplimiento a destiempo de los plazos pactados.
¿Alguna vez procrastinaste? Yo estoy segura que sí. Y me animo a decir que vos también, sobre todo cuando eras estudiante. Pero no te preocupes, es tan natural procrastinar que muchos lo tienen incorporado como un modo de hacer las cosas.
Procrastinar, o sea aplazar una obligación,es muy común entre adultos. Te doy la definición por si es la primera vez que lees esta palabra, pero insisto, ya procrastinaste antes. Un 20% de los adultos considera tener problemas graves de procrastinación. Se estima que entre un 80% a un 95% de los estudiantes lo sufren, tanto es así que también se lo llama síndrome del estudiante.
Aparentemente el culpable de todo es el cerebro, una falla en el autocontrol, que pone la satisfacción inmediata por encima de otros fines que no son tan agradables a corto plazo pero que no hay duda traerá beneficios a futuro, como cuando decidimos ver un capítulo de nuestra serie preferida en Netflix antes de estudiar para el examen o hacer el trabajo pendiente.
Procrastinación es la distancia entre lo que tenemos intención de hacer y lo que de verdad hacemos. Y esto es aún más notorio cuando lo que tenemos intención de hacer no tiene fecha de vencimiento. Porque estudiar para un examen en algún momento se convierte en urgente y hay que hacerlo, pero comenzar la dieta, ir al gimnasio u ordenar el placard, eso sólo requiere voluntad, y ahí el cerebro busca la satisfacción inmediata. Tenemos mucha confianza en nuestra capacidad futura, pero hoy … hoy no.
En los proyectos esto se refleja en las tareas interminables, en las entregas tardías de los sub-entregables y en el estrés que eso arrastra en los integrantes del equipo. Todos estos son temas que el gerente de proyecto tiene que considerar cuando asigna una tarea a un procrastinador o cuando estima los tiempos de entrega.
Por suerte hay sugerencias para comenzar a “curarse” y básicamente consiste en dividir las grandes tareas en pasos concretos y más asequibles, llevar registro de los progresos para mantener la motivación y hacer estimaciones más realistas.
Gerentes de proyectos, a tener en cuenta: cuanto más lejano y abstracto es el objetivo, más fácil es caer en la procrastinación.
Les sugiero ver este video hoy mismo, bueno hoy no, procrastinemos un poco … pero pongámosle fecha de vencimiento.
El IEEC desarrolla estos conceptos de seguimientos y herramientas de proyectos en el programa Project Management, que prepara para acceder a la certificación internacional Project Management Professional (PMP) en altísima demanda y que certifica ante el Project Management Institute (PMI)
Por Lic. Mirta Difranco, profesora del IEEC en el área de Project Management.