A diferencia de la última crisis económica y financiera de 2008-2012, la actual puede causar la desaparición de muchas pequeñas y medianas empresas. En Estados Unidos se habla que podría alcanzar al 50%. Todos recordamos que en aquella ocasión, la recuperación llevó muchos años. Pero, en esta ocasión, no está concentrada en unos pocos sectores industriales, sino que afecta a todos los sectores.
El desafío para las empresas sigue siendo lograr de sus proveedores las partes que les hacen falta para poder fabricar lo que necesitan entregar a sus clientes.
Uno de los caminos recomendados a probar es la creatividad, cambiando en algún aspecto al modelo de negocios que han usado hasta ahora. Si hay algo que puede ayudar es tener la cabeza fresca para ensayar nuevos caminos que rompan los moldes que puedan trabarnos como lastre. Una posibilidad podría ser aprender nuevas oportunidades de negocios trabajando e interactuando mejor con los proveedores.
Es una tarea que requiere de la ayuda del Gobierno, que también necesita desesperadamente que las inversiones lleguen y las empresas puedan generar nuevos y más puestos de trabajo. Ambos se necesitan desesperadamente y con urgencia.
La crisis económica de 2008-2012 no fue una pandemia sino una crisis económica que necesitó para recuperarse de aproximadamente 7 años, y en esa ocasión se localizó especialmente en el sector bancario. automotriz y en el mercado de los seguros.
Los que ahora están siendo más afectados son: restaurantes; la industria del transporte, los que trabajan en turismo y cualquiera que esté en el sector de los servicios. Una empresa de marketing, o de la construcción, todas tuvieron que cerrar por una temporada.
Todo depende de la rapidez para reaccionar. Muchas cerraron sus puertas para comenzar a buscar más productividad compitiendo en la rapidez para reaccionar. También revisando su oferta y viendo qué cosas pueden hacer mejor o cuáles podrían lanzar desde el principio.
Una de los aspectos más evidentes en el transporte es que a los que se dedican a transportar paquetes, por encima de transportar personas, les va mejor. En definitiva, pareciera que el espíritu emprendedor es necesario en esta fase.
Los gobiernos han implementado planes de ayuda. pero, ¿serán adecuados en lograr el objetivo que se habían propuesto? Pueden fomentar diversas planes de ayuda, uno de los cuales, debería ser facilitar todo lo posible que no se pierda el empuje que se haya logrado y que los beneficios económicos fomenten que las empresas tengan el entorno adecuado para crear riqueza. y fomentar que todos logren un trabajo.
¿Qué es lo que pueden hacer? Pensar, primero, en Internet. Pensar en alguien local, con voluntad de querer salir y luego de conversarlo y de meditarlo, darle el contrato. Como consumidor, pensar y consumir en forma local. Encontrar al proveedor que se necesite y darle el negocio.
La necesidad de sobrevivir, si llega la segunda fase de COVID se hará más dura aún. La esperanza no es un plan, es una reacción. Tampoco es suficiente y no alcanza con hablar con uno mismo que es la tentación más a la mano en estas épocas.. Sí, en cambio, es mejor comenzar a dialogar sobre las formas en que se podría innovar intercambiando ideas y apoyarse mutuamente a salir de la crisis.
Un dato es que en 90 días nos hemos transformado en una economía basada en internet. Ayudará reflexionar adónde nos ha llevado este cambio, y el tiempo que hubiera llevado de otra forma.
¿Qué tan importante son las empresas pequeñas para nuestra economía? De 95-98% de las empresas pequeñas son privadas y forman el tejido social y productivo que hace falta.
Tienen un impacto mayoritario en su colaboración para con el PBI. Cuánta gente consigue trabajos en estas empresas! Representan también en la mayoría de los casos, al primer trabajo para mucha gente. Y quizás también el último para aquellos que necesitan ganar mejor y mejorar su ingreso con lo que no les aporta la jubilación.
Todos deseamos contribuir a la sociedad que integramos y ese es el camino para mantener viva la esperanza.
¿Cuáles son los modelos e iniciativas que las empresas necesitan? Las empresas pequeñas son las que marcan el juego: están aquí y están también en la casa de cada uno. No podemos ignorar la enorme cantidad de ellas que han cerrado.
Ayudarlas a que no cierren, porque son las que pueden revertir la ecuación del desempleo y de la creación de riqueza.
Tenemos por delante la oportunidad de volver a poner en real perspectiva la importancia trascendental que tienen las empresas pequeñas y medianas para reconstruir el tejido social y la creación de riqueza. No queda otro camino. Tampoco queda mucho tiempo.
Por Ing. Ignacio Sánchez Chiappe, director de IEEC, Escuela de supply chain management y logística.