Con frecuencia se mimetiza al proceso de Demand Management con alguna técnica más o menos compleja de desarrollo de pronósticos. Si bien es cierto que ese es uno de sus pasos, para nada es el más importante. Es más, con el avance de la capacidad de almacenamiento de datos y de elegir y cambiar en forma automática a los algoritmos de los modelos de cálculo, las prioridades comienzan a pasar por otro lado.
Comienza a hacer evidente la compleja realidad que supone gestionar la supply chain (supply chain management) y, decididamente, el rol estratégico que le toca en la parte clave del desarrollo del negocio. La logística tiene el rol de la implementación operativa de la cadena de abastecimiento. Ambas, por tanto, tienen un enorme impacto estratégico, que radica tanto en el desarrollo de técnicas como de las personas.
En el último evento anual de marzo pasado del Material Handling Institute (MHI) en Atlanta, el mensaje había cambiado mucho respecto al mensaje de 2019 anterior a la pandemia COVID. En apenas tres años había cambiado de “los robots están para ayudarnos” a “los robots están para sustituirnos”. Así de cruda es la realidad y el desarrollo de las capacidades humanas no va parejo con el desarrollo de las tecnologías.
Muchas empresas aún planifican con planillas de cálculo y se manejan con dificultad aún con datos estructurados. Es demasiado el cambio que hay que lograr para asimilar también el uso de datos no-estructurados, como son los que generan las redes sociales. Cambio importante, pero no menos real y necesario. Todos son datos. Todos tienen algo que aportar. Los datos propios de las redes sociales son cambios para el cortísimo plazo, horas, días, semana. Como ocurre, por ejemplo, con un Black Friday. Requiere por tanto nuevas capacidades en la estructura de la cadena de abastecimiento.
De los ocho procesos que componen la supply chain, cuatro de ellos tienen una preponderancia importantísima. Casi que se puede decir, sin temor a equivocarse, que no deben faltar nunca como requisito preliminar para planificar la demanda. Alrededor de ellos gira la estrategia. Ellos son: Customer Relationship Management (CRM), Customer Service Management (CSM), Supplier Relationship Management (SRM) y Demand Management (DM). Demand Management no es el primer proceso en la lista de prioridades pero es central para lograr la articulación entre todos los demás.
Generar Conocimiento
Es muy fuerte el cambio de estrategia global que está ocurriendo con la relocalización de las fábricas en otras geografías del mundo. No le quita, ni mucho menos, el rol importantísimo que sigue teniendo China en ese contexto. Sin embargo, después de casi treinta años, ya tienen lo necesario para competir solos. Tiene el “know-how”, tiene las fábricas y conocen los mercados. Y además, saben, desde hace años, la urgencia por formar a su gente en la excelencia del estudio y la investigación porque dependen del conocimiento y de la capacidad de generar novedades.
En cuanto al desarrollo de servicios, la exigencia para todos, no sólo no es menor sino que es un componente fundamental para vestir a los productos. Hoy los servicios son más importantes que los productos.
Lo que podría ser ahora el momento de las oportunidades para Argentina y Latinoamérica será una nueva oportunidad postergada. A lo largo de estos treinta años no se ha dado un desarrollo importante, continuado ni consistente en las ciencias ni en la tecnología. El actual énfasis en el desarrollo de las cuatro capacidades llamadas “STEM” (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en todo el mundo está aún demorado en Argentina y en el resto de América Latina. También el manejo imprescindible de algunos idiomas y de la lectura y comprensión de textos. Otro aspecto es Storytelling (la capacidad de tener una narrativa ágil, entendible y capaz de producir buen entendimiento), para hacerse comprender por todos los públicos es una necesidad actual porque lo que hay que explicar es cada vez más complejo pero igualmente necesario que se pueda comprender en formato simple. No verlo, no tomar conciencia de lo que pasa, no le quita urgencia ni necesidad.
Los Indicadores de Performance
Los indicadores que evalúan la performance de un proceso marcan el foco y los aspectos donde hace falta concentrarse para lograr resultados. Sin embargo, al hablar de procesos se necesita lograr un equilibrio sumamente importante. No se trata de no necesitar más el expertise propio de cada una de las funciones, muy por el contrario, pero no se agota allí. Ahora lo importante es captar y generar el valor que el cliente busca. Si no lo encuentra en una supply chain lo buscará en otras, en otros países. Los indicadores de performance son ahora el resultado de un equilibrio dinámico para lograr atender a todos los participantes, a los clientes, a minimizar los costos totales de la cadena de abastecimiento y de su logística y considerar a los cambiantes entornos y requerimientos del mercado.
Supply chain management, como se ve, además de tener un gran componente de conocimiento en habilidades blandas, técnicas y tecnológicas, abarca el cuidado del medio ambiente y la gestión del riesgo. Es algo central para generar bienestar y riqueza para la población. Tiene impactos sociales en muchas dimensiones.
En las próximas notas comenzaremos a desarrollar la hoja de ruta de Demand Management, los componentes para darle realidad y los técnicas más sólidas para conseguir resultados.