Application Programming Interface (API) es un conjunto de reglas (código) y especificaciones que las aplicaciones pueden seguir para comunicarse entre ellas, sirviendo de interfaz entre programas diferentes.
En los últimos años, se han sumado al uso estándar de APIs, las redes sociales Twitter, Facebook, Youtube, Flickr, LinkedIn, etc y otras plataformas online como Google Maps, WordPress, etc., lo que ha convertido el social media marketing en algo más sencillo, más rastreable y, por tanto, más rentable. Lo mismo ha sucedido con en el intercambio de información entre empresas, que utilizan aplicaciones de negocios como ERP, CRM, WHM, TMS, etc.
Las API son valiosas, ante todo, porque permiten hacer uso de funciones ya existentes en otro software (o de la infraestructura ya existente en otras plataformas) para no estar reinventando la rueda constantemente, reutilizando así código que se sabe que está probado y que funciona correctamente. En el caso de herramientas propietarias, las que no sean de código abierto, son un modo de hacer saber a los programadores de otras aplicaciones cómo incorporar una funcionalidad concreta sin por ello tener que proporcionar información acerca de cómo se realiza internamente el proceso.