Cada vez que hemos hablado de las supply chains, hemos comentado que el eslabón más débil es el que determina la fortaleza logística y operativa de todo el conjunto. Hemos entrado en tiempos donde la incertidumbre se convertirá más en la regla que en la excepción. Si aún faltaba algo al complicado cuadro actual es la posible aparición en China de una nueva variante del virus COVID y las tropas rusas acantonándose en la frontera con Ucrania. La longitud y las diferencias culturales y de intereses económicos son ciertamente factores a tener en consideración, más aún cuando se incorporan al propio proceso de generación de valor.
Reducir la exposición al riesgo.
Risk Management es la gran obsesión de los rangos más altos que toman las decisiones de las empresas y es algo lógico para quien ha sufrido el efecto de la interrupción en alguna de sus propias y múltiples supply chains que entretejen sus cadenas de valor, buscando minimizar la exposición al riesgo y hacerlas más cortas. Supply chains más cortas resultan en riesgos más acotados.
Como resultado, la manufactura ha emprendido, tibiamente por ahora, el retorno a casa. No todas lo hacen gustosamente al principio, pero en cuanto unos eslabones comienzan a relocalizarse, otros siguen más por necesidad que por convicción, de la misma forma que hace 20 años se dio el camino exactamente al revés.
Gran oportunidad para tomar nota, para entender los cambios que se dieron estos años y especialmente los que se están dando ahora y comenzar a moverse en el sentido que brindan las nuevas oportunidades. Por supuesto, como siempre, los cambios cuestan, generan incertidumbres y parecen que no valen la pena. Valen la pena, cuando se piensa en el largo plazo y cuando se entiende que el futuro de la economía y del desarrollo estará cada vez más del lado del conocimiento.
Lo llamativo es que en un mundo donde todo se va globalizando, pasemos ahora por una etapa de relocalizaciones y de vuelta para atrás en algunos aspectos. Sin embargo, no confundir porque no es volver a cero. Es cambiar los objetivos y recalcular dónde momentáneamente estará la mejor solución.
La logística con un rol cada vez más estratégico
Como antes, los drivers de la logística son la tecnología y la información. Ahora los datos abundan por todas partes, los datos llevan a la información y la información crea y despierta necesidades, y la logística ayuda a facilitar o frenar las decisiones tanto a nivel personal como a nivel de las empresas cuando consideran la confiabilidad de proveedores y de los mercados a los que venden.
Conclusión: las supply chain comienzan a buscar constantemente nuevos nichos, a entender a sus potenciales clientes, aportar soluciones de valor y consolidar la confiabilidad de las respuestas sobre las que apoyar sus operaciones.
Es cierto que hace rato la logística se mueve en entornos cada vez más inseguros. Desde un tsunami hasta un cambio de rumbo político; desde la devaluación de la moneda de un país hasta la falta de nivel académico relativo de un sitio en comparación con otro y la conveniencia de mudarse a donde los proveedores tengan mejores capacidades. O sea, la logística y las supply chains están cada vez más vinculadas a la solidez de la Investigación y Desarrollo (I+D) como capacidades básicas que determinan una elección basada en mejores fortalezas empresariales y de formación de las personas. Es lógico entonces levantarse cada mañana con el temor de averiguar cuándo y de dónde podría caer el próximo meteorito.
El nuevo driver del cambio: la sustentabilidad
Dependiendo también de los cambios en las normativas internacionales, la sustentabilidad pasa a ser un factor de riesgo y de cambio. De riesgo, porque cuando las normativas de los países o de los organismos internacionales cambian, cambian las necesidades más o menos urgentes de buscar nuevas formas de lograr cumplimiento (compliance) y alternativas de relocalización. Así, las reglamentaciones que antes parecían regir en lugares muy remotos del planeta, no importa ahora cuan distantes estén, se convierten en un factor cierto y cercano de riesgo.
En los aspectos urbanísticos, ya hemos hablado en varios artículos anteriores (“Skynet existe y no tan sólo en Terminator”), sobre los cambios en los paradigmas de distribución urbana buscando distancias más cortas, el acelerador que supone el crecimiento del comercio electrónico y el mayor desarrollo del transporte de la última milla con mayor rapidez en los deliveries. Esta demanda de los clientes se ve a su vez más complicada por la mayor exigencia de variedad de ofertas y de mejor servicio.
Para mayor información sobre estos temas se puede consultar aquí
El IEEC desarrolla estos temas en varios de sus programas, que componen alguna de las varias versiones electivas del DCL, Diploma en supply chain management y logística
Uno de esos cursos es el PDG, Programa en Desarrollo Gerencial en Supply Chain Management y Tecnología que comienza en abril próximo y que prepara para la certificación profesional internacional “Certified Supply Chain Professional – CSCP” de APICS
El segundo curso es PATD, Programación Logística del Transporte y la Distribución, que comienza en el mes de mayo próximo y que prepara para la certificación profesional internacional “Certified in Logistics, Transportation and Distribution – CLTD” de APICS