- Pull-Push en Distribución – Nota 1
- Pull-Push en Distribución – Nota 2
- Pull-Push en Distribución – Nota 3
- Pull-Push en Distribución – Nota 4
- Pull-Push en Distribución – Nota 5
- Pull-Push en Distribución – Nota 6
- Pull-Push en Distribución – Nota 7
- Pull-Push en Distribución – Nota 8
- Pull-Push en Distribución – Nota 9
- Pull-Push en Distribución – Nota 10
- Pull-Push en Distribución – Nota 11
- Pull-Push en Distribución – Nota 12
- Pull-Push en Distribución – Nota 13
- Pull-Push en Distribución – Nota 14
- Pull-Push en Distribución – Nota 15
- Pull-Push en Distribución – Nota 16
- Pull-Push en Distribución – Nota 17
- Pull-Push en Distribución – Nota 18
- Pull-Push en Distribución – Nota 19
- Pull-Push en Distribución – Nota 20
- Pull-Push en Distribución – Nota 21
- Pull-Push en Distribución – Nota 22
- Pull-Push en Distribución – Nota 23
Rol de las ordenes de distribución (DOs)
En la nota anterior revisamos los mecanismos del funcionamiento de la primera parte del DRP. La planilla ilustraba cómo la BOD se utiliza para que a través del cálculo del DRP se implosionen los faltantes de inventarios proyectados en el escalón más bajo y se conviertan en órdenes de distribución (DOs) y, consiguientemente, en requerimientos brutos en las planillas de planificación de los almacenes proveedores. Este proceso se continúa hasta que la demanda llega a la planta de manufactura o a la estructura terminal en el esquema de distribución. La pregunta natural en este momento es: «qué pasa ahora con las DOs?».
Muchos libros en gestión de la distribución establecen que es responsabilidad del nodo abastecedor compilar los requerimientos de las DOs, determinar qué inventarios están disponibles y empujar a las cantidades de reaprovisionamiento hasta los almacenes satélite. En este aspecto es cuando se refieren al DRP como un sistema parcialmente «pull» y parcialmente «push».
Esta visión es incorrecta y pone en evidencia una defectuosa comprensión del rol de las DOs en el canal de abastecimiento. Para comenzar, digamos que la DO no es un requerimiento «soft» sino «hard» y que tiene el mismo peso que la orden de un cliente. Y así como las órdenes de los clientes tiran del inventario, las DOs deben considerarse que también tiran del inventario a través de sus puntos de reaprovisionamiento. En efecto, en los sistemas ERP las DOs se colocan en el mismo renglón que las órdenes de los clientes (aunque se codifican de forma diferente para facilitar la revisión del planificador). La mayoría de los sistemas brindan a los planificadores la posibilidad de insertar una marca (flag) y determinar si las DOs deben considerarse como demanda pronosticable.
Un sistema push trabaja bien cuando la demanda satélite es desconocida o tiene o estacionalidad o un ciclo de vida definido. La fortaleza de un sistema DRP, en cambio, está en la capacidad de los planificadores de compilar un pronóstico de la demanda de largo plazo que pueda utilizarse para determinar los niveles de inventarios en los sitios proveedores tal como lo determina la BOD del canal. El DRP facilita a los nodos proveedores el poder conocer con exactitud los requerimientos de las DOs a lo largo del horizonte de planificación y planificar los inventarios en consecuencia. De hecho, las políticas de los pedidos, las cantidades de reposición y los stocks de seguridad en los nodos proveedores, deben ser calculados para que no ocurran faltantes de stock.
El valor real del DRP es el de proveer el mecanismo de planificación para que la totalidad de la demanda y de los requerimientos de aprovisionamiento estén continuamente comunicados y balanceados. Los nodos de abastecimiento que no respeten y que sobrepasen los requerimientos DOs y que empujen los inventarios de reaprovisionamiento pueden desbalancear al sistema de distribución DRP.
En la próxima nota exploraremos la funcionalidad del DRP de asistir al planificador del almacén proveedor y de la capacidad de responder al programa de DOs desde los almacenes satélite.
Thinking Supply Chain: Qué es distribución pull-push, por David Ross, Ph.D., CFPIM, CSCP, Senior Management, Professional Development, APICS.
Traducida por Ignacio Sánchez Chiappe, director IEEC.